Pie Reumático (Artritis Reumatoide)

 

¿QUÉ ES LA ARTRITIS REUMATOIDE?

La Artritis Reumatoide, es una enfermedad autoimmune que causa una inflamación de las articulaciones al afectar principalmente a membrana que las cubre (membrana sinovial). Como consecuencia de esta inflamación crónica, se produce un deterioro articular y deformidades.

 

Pie reumático con artritis reumatoide

¿COMO AFECTA AL PIE LA ARTRITIS REUMATOIDE?

 Aunque es una enfermedad que puede afectar a cualquier articulación del cuerpo, los pacientes tienen problemas en los  pies en más del 85% de los casos.

 Antepié:

Lo más típico es la deformidad dolorosa del primer dedo (Hallux valgus o juanete), y la prominencia de las cabezas de los metatarsianos en la planta del pie. La almohadilla grasa que las protege suele estar atrofiada y desplazada Los dedos pequeños también se pueden deformar y desviar, lo que causa roces y dificultad para utilizar calzado normal. Estas deformidades, inicialmente flexibles, se vuelven rígidas con el tiempo.

 Retropie y tobillo:

 Pero no solo se afecta la parte distal del pie, sino que pueden dañarse también la articulación del tobillo y cualquiera de las de la parte posterior y mediopie. Esta probabilidad aumenta con el tiempo.

 Es muy frecuente que se hunda el arco plantar y que se desarrolle un pie plano valgo. Los ligamentos se van dando de sí, el cartílago de las articulaciones se erosiona y tendones, como el tibial posterior, pueden llegar a romperse. En ocasiones el tobillo también se inclina por el aumento de tensión del ligamento interno del tobillo (deltoideo). Se pueden llegar a producir fracturas por sobrecarga en la tibia, el calcáneo o los metatarsianos por el mal apoyo.

La afectación del tobillo causa importante dolor y limitación ya que se suele unir al daño de otras articulaciones del pie o de la extremidad, como la cadera o la rodilla.

 

¿CÓMO SE TRATA EN LA ACTUALIDAD LA ARTRITIS REUMATOIDE?

Ha habido un gran avance en los últimos años con respecto al tratamiento médico de esta enfermedad. Se ha incorporado fármacos biológicos que controlan la inflamación y que evitan que los pacientes desarrollen grandes deformidades como las que podíamos atender en la consulta hace unas décadas.

 La cirugía también ha cambiado.

 Cirugía del antepié

El tratamiento quirúrgico habitual consistía en fusionar la articulación del  primer dedo con el metatarsiano y extirpar la cabeza de los metatarsianos, lo que se conoce “realinamiento metatarsal”. Pero ahora se opta por una cirugía en la que se preserva la anatomía. Para ello se deben realizar acortamientos de los metatarsianos a diferentes niveles para poder colocar de nuevo en su sitio los dedos, los cuales logramos estirar. Es una cirugía laboriosa, pero la mejoría funcional y estética es importante.

 Cirugía del tobillo y retropie

Cuando la artritis reumatoide ha dañado otras articulaciones y el pie se ha deformado, la cirugía consiste, realizando las fusiones articulares indispensables, en restituir el arco plantar para que el apoyo sea plantígrado, y reemplazar los tendones rotos o no funcionantes.

Con respecto al tobillo, en IICOP tenemos claro que, siempre que sea posible, preferimos implantar una prótesis de tobillo, porque es más funcional para el paciente (va a caminar mejor), y porque se limitan así las artrodesis o fusiones articulares y por tanto la pérdida de movilidad.