Esta semana os queremos presentar un ejemplo de un caso complejo, como los que tratamos con frecuencia en IICOP. Se trata de un paciente que sufrió una caída de unos 5 metros de altura y tuvo una de las fracturas más complejas de tratar y que más se complican. Se trata de una fractura de las dos tibias con afectación de la articulación del tobillo, lo que llamamos fracturas de pilón tibial.  Además las fracturas eran abiertas, es decir, con exposición de hueso a través de heridas que se producen en el momento del impacto.  Fue intervenido en un hospital para fijar las fracturas.  Pero como suele pasar en muchos de estos casos la historia se complicó.

Foto 1, 2, 3

Cuando acudió a nuestro instituto tenía una infección del pilón tibial derecho, y además la fractura estaba sin consolidar. Es lo que llamamos pseudoartrosis infectada, uno de los peores escenarios para un traumatólogo.

Foto 4 y 5

La fractura de la tibia izquierda estaba sin unir también, y con una importante desviación que causaba una deformidad en varo de la extremidad.

Foto 6

Al haber estado ya casi un año con un fijador externo, nos decidimos por realizar una cirugía en la que retiramos el hueso infectado de la tibia derecha y el defecto óseo lo reemplazamos por un injerto de peroné vascularizado. Este tipo de operaciones precisa un cirujano plástico con experiencia microquirúrgica, y en IICOP dicha cirugía la realizó el Dr. Lovic.

En la pierna izquierda hubo que corregir la deformidad, aportar injerto y colocar una nueva fijación.

Foto 7 y 8

Finalmente, el paciente ha vuelto a caminar y a trabajar. Ha sido un largo camino para él pero lo que está claro es que el éxito de estas operaciones no se hubiera conseguido sin su fortaleza y lucha por mejorar.

Foto 9 y 10

Revisión final del paciente