Este paciente vino a vernos con unos pies tremendamente deformados. En la mayoría de nuestros pacientes con Charcot-Marie-Tooth, la enfermedad ocasiona muchos problemas para tener una vida normal. Acuden a la consulta con miedo y desconfianza, al haber escuchado cosas negativas como “no se puede hacer nada”, o “la cirugía no es posible”.

En el caso que presentamos hoy, empleamos muchas horas en operar los dos pies: reconstruimos los ligamentos internos y externos de los dos tobillos y realineamos las tibias y los pies.  Una vez hecho esto, la funcionalidad, la estabilidad y la forma de sus pies mejoró radicalmente, lo que le ha permitido caminar, correr pequeñas distancias y montar en bicicleta.

Los procedimientos que aplicamos en los pacientes con Charcot-Marie-Tooth, hace que hayamos creado una nueva era en el manejo de esta enfermedad y las secuelas que produce en  caderas, rodillas y pies.